San Ramón va a desaparecer

Crónica de una muerte anunciada. Así de cruda es la realidad que vive hoy la Asociación Deportiva Ramonense, luego de declararse en quiebra e incapaz de hacerle frente a una deuda de 125 millones de colones con la Caja Costarricense de Seguro Social.

 Ya el equipo no va a competir más en este torneo y difícilmente podrá volver a actuar debido a esta calamidad.

Después de 60 años de existencia, recordando a figuras tan ilustres como Guillermo Vargas Roldán, Domingo Borja y Claudio Vinicio Carvajal, entre tantos ilustres dirigentes y jugadores, la ADR se va a despedir del fútbol federado agobiado por las deudas y en el más triste abandono de su propia comunidad y de la organización futbolística del país.

Esta es la triste realidad de muchos equipos en el país, tanto de primera como de segunda división. El fútbol no es rentable en el país, e incluso equipos con grandes aficiones como Saprissa y Alajuela, han tenido que hacer arreglos de pago millonarios para poder seguir vigentes en esta carrera de deudas y congojas.

Estamos presenciando ya la extinción de equipos de fútbol como un presagio de lo que puede venirse pronto con otros. No hay forma de evitarlo, porque el dinero es muy escaso y no alcanza para todos.

No basta con la solidaridad, el cariño y la admiración. No alcanzan las rifas, los bailes, los topes y las donaciones. La deuda de los ramonenses es enorme para un equipo que desde hace mucho no podía sostenerse con ingresos tan limitados.

Muy pronto caerán otras entidades. Nadie se salva del peligro. Nadie puede lavarse las manos o volverle la espalda a una crisis que sabemos ya cómo está comenzando pero donde nadie atina a evitar desenlaces funestos y graves para todo el fútbol profesional de Costa Rica.

Fuente: m.segura para mariosegura.com (La Opinión del Director)
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