Salario mínimo llevaría a la quiebra a equipos de Segunda

La propuesta que llevó la Asociación de Jugadores Profesionales de Costa Rica (Asojupro) al Ministerio de Trabajo para que se le pague un salario mínimo de 400 mil colones al jugador de Primera División y 300 mil al de Segunda División generó reacción en esta última liga debido a que el fútbol de ascenso no es del todo profesional. No todos los clubes que compiten por un cupo en la Primera le pagan a sus jugadores.

Por ejemplo, hay clubes modestos como Sagrada Familia, Barrialeña, La Suerte, Carmelita y Cariari que subsisten con poco y en contraposición clubes con mejor posición económica como Uruguay de Coronado, Saprissa de Corazón, Belén y Jacó Rays.

Carlos Quesada, miembro del Consejo Director de la Liga de Ascenso, resumió en pocas palabras qué pasa si el salario mínimo del jugador se convierte en ley: “los equipos quiebran y creo que si a caso dos o tres podrían seguir en competencia”.

Quesada sentenció que el salario mínimo ayudará a ordenar a los equipos, pero que no se puede aprobar de golpe. “Tiene que ser un pago proporcionado, que sea acorde a la realidad de los clubes en la Segunda División. Acá no se puede hablar de tiempo completo o de medio tiempo sino también de un cuarto de tiempo porque hay jugadores que trabajan todo el día y entrenan en la noche con los equipos”.

Francisco Porras, presidente de Barrialeña, concordó con las palabras de Quesada en el sentido de que los clubes no tienen los suficientes recursos para pagar a cada jugador como mínimo 300 mil colones.

“Si esto pasa más del 80% de los equipos desaparecen y no es porque se esté en contra de la norma sino que de dónde se va a sacar dinero para pagar. Eso solo lo pueden hacer los clubes que gracias a inversionistas mantienen una buena posición económica”.

Ante los ojos de FIFA la Segunda División es considerada una liga casi profesional, pero la realidad es otra. “Para aprobar esto del salario mínimo primero se tiene que analizar el contexto en el que se mueve la Segunda División. La situación es paupérrima en algunos equipos”, apuntó Porras.

Indicó que en muchos casos la Segunda sirve de plataforma a los jugadores jóvenes, por eso es que algunos jugadores no cobran porque saben que si los ven bien en este torneo podrían tener espacio luego en la división de honor.

En la Unión Nacional de Clubes de Fútbol de la Primera División (Unafut) están a la espera de la respuesta del Ministerio de Trabajo sobre si recibirán los jugadores un salario mínimo. Ya la organización dio sus recomendaciones al respecto y no ve con malos ojos que se le dé un rango al jugador. “Siento que es bueno que el jugador sea considerado un trabajador, eso sí dentro del cuadro de trabajador calificado y no profesional porque no hay un título que lo respalde”, dijo Juan Carlos Muñoz, presidente interino de la Unafut.

Fuente: a.loria para prensalibre.cr
Imagen: prensalibre.cr